Tengo casi un año tratando de escribirles esto, porque al final si abrí este blog fué para compartir no solo los momentos divertidos si no también los más difíciles que nos tocan vivir como mamás..

Tenía 12 semanas de embarazo cuando fui a mi ultrasonido estructural, yo como típica mamá, estaba emocionada por saber si en ese ultrasonido me podían decir el sexo del bebé. Todo iba muy bien, hasta que llegó al corazón y se quedó mucho tiempo revisando sin decir nada, sentí un miedo enorme. Hasta que tuve el valor de preguntar. ¿Pasa algo doctora? solo me contestó, veo algo “raro” en el corazón de tu bebé, pero no puedo decir qué, ¿Porque no regresas en 4 semanas para que lo pueda ver mejor? Para mi, el sexo del bebé pasó a último plano, ¿Qué estaba pasando? ¿Porque vió algo “raro” en el corazón? Desde ese ultrasonido, la preocupación se volvió mi eterna compañera.

Durante esas semanas, lo platicamos con muchos amigos y familiares, la mayoría nos dijeron que el corazón era demasiado chiquito como para que realmente se hubiera dado cuenta de algo. Mi papá estaba enojado diciendo que estas “modernidades” hacen que nos preocupemos más. Me mantuvo un poco tranquila el saber que en el primer trimestre puede ser que algunos órganos no se desarrollen a la par que otros, estaba confiada que en el siguiente ultrasonido me iban a decir que ya todo estaba bien. De todas formas, esas 4 semanas, fueron eternas…

Regresé a las 4 semanas y lo mismo… se seguía viendo algo “raro” unas cavidades mas grandes que otras, etc etc.. palabras que no entiendes, palabras que simplemente no quieres escuchar. Pero el corazón de mi bebé seguía siendo chiquitito.. así que tendría que regresar otra vez en 4 semanas para que nos pudiera dar un diagnóstico real. En los ultrasonidos rutinarios con mi ginecólogo, todo lo demás se veía perfecto, creciendo como debía. Nos dijeron el sexo del bebé y decidimos que íbamos a seguir como si todo estuviera normal, y quisimos hacer un Gender Reveal  y festejar que nos enteramos que otro niño venía en camino.

La doctora que me hizo el estructural, nos recomendó que fuéramos con un especialista en ultrasonidos de corazón fetal y semanas después me lo confirmaron, mi bebé tenía una posible coartación de aorta, y un porcentaje altísimo de que tendría que ser intervenido en cuanto naciera.¿Qué les puedo decir? Se te viene el mundo encima, imaginar a tu recién nacido operado de corazón abierto. Me enojé mucho, ¿Porqué Dios me seguía poniendo pruebas? ¿Porqué no podía ser un embarazo normal? Estuve muy triste, pero al mismo tiempo yo sabía que todo lo que estaba sintiendo se lo estaba transmitiendo a mi bebé. Así que decidí ir a una terapia que se llama Tethahealing y me ayudó a estar mas tranquila. Pero el miedo ahí estaba, y no se separaba de mí, para mi fue una constante lucha contra él y contra mi cabeza.. porque llegue a pensar tantas veces que mi bebé se podía …. (ni siquiera lo puedo escribir.) Durante un tiempo, mi esposo y yo estuvimos muy mal, estábamos totalmente desconectados, simplemente no estábamos en el mismo canal.

Y entonces me encontré con esta foto:

Esta foto me mantuvo con fé, se la mandé a mi esposo y le dije: “Velos así van a estar algún día, tienen que estar así..” Y lo decreté, todos los días me repetía que tendría una foto igual de mis hijos. Que Santi (Al que ya le habíamos puesto nombre) iba a estar sano. Esta foto me dejó  disfrutar lo que me quedaba de embarazo, cada vez que el miedo se apoderaba de mi, la veía. Y de verdad les puedo decir que entre la terapia la yoga y esta foto, logré disfrutar de verdad mi embarazo. Sí, el miedo me acompañaba, pero ya no era todo lo que tenía, regresó la ilusión.

Encontrar al doctor que iba a operar a nuestro bebé fue otra prueba más. También por esta razón ya no quisimos platicarlo con mas gente, porque tantas opiniones hacen que se nuble la mente. Solamente nuestra familia mas cercana sabía de la operación y en un momento les pedimos que por favor ya no nos dijeran nada, que confiaran en que íbamos a tomar la mejor decisión para Santi. Fuimos a ver a todos los doctores que se puedan imaginar, fuimos a Houston, a los hospitales en México, y decidimos que el Dr. Alexis Palacios era la mejor opción. Platicamos mucho con él, seguimos yendo a los ultrasonidos, donde nos seguían confirmando que la operación tendría que ser durante los primeros días de vida. Y que yo tendría que hacer todo lo que estuviera en mis manos para que el embarazo llegara a término.

Las fechas eran de lo peor, mi semana 39 era entre navidad y año nuevo. Pero esperábamos llegar a la semana 40 y que naciera los primeros días de enero. Pero no, Santi no quiso esperar y el 30 de Diciembre a las 12:30 am se me rompió la fuente. (Esa experiencia merece otro post, y un post de risa) En resumen les puedo decir que fué un parto increíble, muy rápido, a las 5:50 am ya lo tenía en mis brazos. Nunca voy a olvidar a la enfermera que me dijo abrazalo mucho ahorita porque ya no los vamos a llevar a terapia intensiva y no lo vas a poder cargar ahí, aunque pensé que ese momento iba a ser el peor, al entregárselo a la enfermera tenia la certeza de que iba acompañado de sus dos abuelas, y eso me mantuvo muy tranquila, de verdad.

Pero la verdad es que nada te prepara para lo que vivimos los siguientes días, ni toda la terapia, ni todo el yoga, ni todo lo que había trabajado durante el embarazo, me prepararon para ver a mi bebé conectado a un catéter, en terapia intensiva y sin poderlo abrazar… Todos los días le hacían ecocardiogramas y me confirmaban que la operación se tenía que realizar. Y pusieron fecha para el 3 de Enero. Mis amigos y familiares fueron a donar sangre y plaquetas, Todo esto para mi está como un recuerdo borroso, como una pesadilla.

Pero la peor pesadilla fué un día antes de la operación, cuando me hicieron firmar que podían realizarle anestesia general, ya que necesitaban hacerle apneas de 20 segundos para hacerle una tomografía, para que el doctor viera el corazón en 4D y supiera con lo que se iba a encontrar al día siguiente.. Nunca me imagine que mi peor pesadilla iba a convertirse en el mejor momento de mi vida..

Saliendo de la tomografía nos hablaron de la oficina del Doctor, estaban la psicóloga familiar, el doctor y la doctora que le estuvo haciendo los ultrasonidos durante el embarazo, y nos dijeron : “Tenemos buenas noticias”, mi esposo me agarro la mano, nos volteamos a ver con cara de incrédulos, esperando que nos dijeran que la operación iba a ser mas sencilla.. y después dijeron la mejor frase que he escuchado en mi vida: “No va a requerir cirugía” Después de esas palabras ya no escuche nada, me quede como en el limbo, salimos y nos abrazamos y lloramos como nunca. No encontrábamos las palabras para darle gracias a Dios, a nuestros familiares, y a toda la gente que tuvo a Santi en sus oraciones, y al día siguiente ya lo teníamos en la casa con nosotros.

Y aquí esta Moms, la foto que me mantuvo con Fé :

 

Santiago tiene una  PSEUDOCOARTACIÓN DE AORTA. Es un diagnóstico muy raro, es como una coartación de aorta (Que en pocas palabras es que la aorta, vena principal del corazón, en un pedazo se hace estrecha impidiendo la circulación de la sangre) La aorta de Santi si es estrecha en un momento, pero la sangre fluye…Solo Dios sabe! Y solo puedo decirles que este niño es mi mejor maestro, vino a enseñarme tantas cosas, a hacerme valorar, a tener mas Fé, a unir a esta familia mas que nunca, no se que otro propósito tenga Santi en esta vida, solo se que soy la más feliz de que me haya escogido a mí para acompañarlo en este camino.

Gracias Santi.