Quiero empezar este post diciendo que soy una persona que JAMÁS ha tenido una rutina. Desde que soy chica, cada día es una sorpresa para mi jaja Obviamente desde que soy mamá eso cambio, pero la verdad cambió muy poco. Con David cada día era diferente, claro que todos los días desayunaba, comía, cenaba, se bañaba, leía cuentos, jugaba y todo lo que hacen los niños, peeeero nunca nunca a la misma hora, ni en el mismo orden.
Yo escuchaba que las mamás decían que la rutina era lo más importante, y yo siempre pensé que eso simplemente no era para mí. ¿Les digo porqué? Porque al final de cuentas funcionábamos bien, éramos nosotros 3 nada más, David dormía con nosotros, se dormía tarde, pero también despertaba tarde. (Eso si, se despertaba muchas veces en la noche, cuando daba pecho era muy fácil, solo se pegaba y ya, pero cuando lo dejamos, era preparar hasta 3 biberones en una sola noche.) Pero bueno, el punto es que David papá y yo nos acostumbramos a esa vida, y la verdad es lo que sabíamos hacer y en retrospectiva creo que lo hicimos suficientemente bien para ser papás primerizos.
En un curso que tome con Michelle Aziz, (@michelleazizk ) especialista en crianza, platicaba la importancia de la rutina, me insistió mucho que a los niños les da seguridad, equilibrio emocional, y les da herramientas que en un futuro les va a ayudar con su educación escolar y hasta con su personalidad. Y aunque si tratamos de cambiar algunas cosas en nuestro día a día, tuvo que llegar Santiago a poner orden en esta casa.
Las que tienen dos hijos lo saben, pero las que apenas van en uno quiero decirles que un nuevo bebé cambia ABSOLUTAMENTE todo, es increíble, pero en esta casa tuvimos que hacer algunos cambios para que todo fluyera y el cambio principal fue empezar una rutina. De verdad pensé que nunca lo lograría, y hoy viendo para atrás nos aplaudo por la decisión que tomamos sobre hacer estos pequeños cambios que hicieron una gran diferencia en nuestra dinámica familiar.
Les mentiría si les dijera que cambié en 360º, tenemos rutina pero tampoco soy la mas estricta. Si un día estamos fuera de casa, tampoco me vuelvo loca porque no logramos hacer todo a tiempo. Lo que si hago es seguir el mismo orden de las cosas. De verdad quiero decirles que desde que empezamos con esto, Santiago empezó a dormir mucho mejor (Además de un plan de sueño pero eso fué mas adelante, y se los escribiré en otro post) pero después David también empezó a dormir mejor y por ende nosotros dos también. Hoy no puedo creer que empecé a tener mejores noches con dos hijos que cuando solo era uno. Pero bueno creo que son de las cosas que solo se logran aprender en la práctica.
Les voy a poner un ejemplo de un día de Santi:
7:00 am: Despierta
7:15 am: Lactancia
8:00 am: Desayuna
8:00 – 10:00: Actividades (Estimulación temprana, acompañar a mama al super etc.)
10:30 am: Biberon y Siesta
11:30-12:00: Despierta
12:30-1:00 pm : Comida
1:00-3:00pm: Actividades (Me acompaña por David a la escuela, llega y juegan un rato etc..)
3:00- 3:30 pm: Un poco de leche y segunda siesta del día (Si no estamos en la casa, la hacemos en movimiento, ya sea en el coche, en la carriola, en el canguro, porque a esa hora ya estamos en actividades con David)
4:30 pm: Despierta y le doy algo de Snack
06:00-06:30pm : Cena
07:30 Empieza la rutina de la noche que consiste en baño, masaje, leer un cuento, lactancia, canción y dormir.
0810-08:30: Se duerme
Con David es un poco diferente, por los horarios de la escuela etc.. pero hemos tratado de que siempre sepa cual es el siguiente paso en su día, eso le ayuda a tener más seguridad.
Les mando besos moms y a las que creen que no pueden tener rutina ¡Intentenlo! en poco tiempo van a estar felices de haber hecho este cambio en su día a día.